jueves, 27 de febrero de 2014

Primavera musical

Estos días el panorama musical tiene aire de primavera. Los lanzamientos van llegando o se ven en el horizonte. Y por ahora son todo buenas sensaciones que seguro nos darán mucho que hablar conforme pase el tiempo y la música vaya dejando su poso.

Desde comienzos de año he venido degustando diversos lanzamientos que se han convertido en grandes anhelos por todo lo que puede traernos este 2014 en lo musical.

Enero lo inauguró Bruce Springsteen, que lanzó un disco calificado como de “versiones y descartes” aunque lleno de joyas y mucho “gancho”. “High Hopes” me parece uno de los mejores discos de Springsteen de los últimos años y creo que la aportación de Tom Morello no es para nada sobrante, sino todo lo contrario, aporta garra y matices en canciones que se convierten en bombazos como las renovadas “The ghost of Tom Joad” o “American Skin (41 shots)”. También contiene otros temas destacables como el delicado “Dream Baby Dream”, el festivo "Just like fire would" o el intenso "Harry's Place". Pero es que no solo la aportación de Morello es clave sino que Springsteen y la E Street Band nos dejan un álbum con aires de clásico (ya lo sé, los años 70 y 80 quedan muy atrás) que no me canso de escuchar, pese a los comentarios negativos de muchos críticos.


Tras este lanzamiento y antes de dejar Enero llegó “Pólvora”, de Leiva. Un disco que muestra de nuevo esa vena de rock clásico del artista madrileño y que, ayudado en la producción por Carlos Raya, y permitiéndose más libertades en la instrumentación (al no cargar sobre sus espaldas con todo el peso), nos regala muy buenos temas directos, lanzados como un dardo al centro de la diana que se pegan a nuestro cuerpo y a los que no podemos dejar de volver una y otra vez. Leiva nos recuerda por momentos al sonido de Deluxe, de Quique González o de los mismísimos Stones y lo hace con respeto y admiración. Ahí queda la inquietante “Vértigo”, la sentida “Afuera en la ciudad” o la efectiva “Ciencia ficción”.


Pero parece que lo mejor está aún por venir… Durante este mes de Febrero hemos asistido a los estrenos de grandes temas que van a ser las puntas de flecha de los lanzamientos de esta primavera. Y la verdad es que hasta ahora esos temas no me han decepcionado para nada. Lo primero que nos va a llegar es “El Rinoceronte” de Elefantes y está claro que “Escuchar al Viento” promete un sonido puro de la banda catalana pero con un salto adelante que seguro dará mucho que hablar.


También nos llegará el nuevo disco de Jorge Drexler “Bailar en la Cueva”. Creo que será difícil superar a su predecesor “Amar la Trama”, y más después de escuchar el tema “Universos Paralelos” que me ha dejado algo indiferente, pero seguro que el disco tendrá joyas imprescindibles como siempre ha demostrado el uruguayo en su impecable carrera.


Si esto os parece interesante no queda ahí la cosa porque también vuelven Vetusta Morla con “La Deriva”. Su primer tema lanzado como adelanto es “Golpe maestro” y, como indica su título, se convierte al instante en un verdadero golpe de efecto preciso y certero. De nuevo su sonido contundente, guitarrero, arriesgado y sugerente en las letras está de vuelta.


En el apartado internacional me muero de ganas por escuchar el nuevo disco de U2 y corroborar cuánto tiene de cierto su arriesgado cambio de registro gracias a la producción de Danger Mouse, de lo que el single “Invisible” da buena cuenta de ello. A mi parecer, muy valiente e interesante en las formas, y al mismo tiempo, inconfundible.


¿Y qué pasa con Coldplay? ¿Será “Midnight” el adelanto de un nuevo disco que suponga una definitiva vuelta de tuerca del grupo?, ¿será simplemente un juego que quiere despistarnos, golpearnos y hacernos pensar en los nuevos pasos de la banda? Sea lo que sea, este tema tiene mucho misterio, pero es todo un regalo por su originalidad, su riesgo y valentía teniendo en cuenta que rompe con su sonido conocido, marca de la casa de los británicos. "Midnight" aporta un sonido transgresor y completamente nuevo que espero sea el augurio de un nuevo disco del cuarteto cargado de sorpresas y retos.


Ante todos estos lanzamientos y grandes experiencias musicales en el horizonte solo queda disfrutar del buen momento creativo que vive nuestra música (sé que suena raro decirlo en estos tiempos) y lanzar un grito para todos aquellos incrédulos que no confian en el poder de este arte: La música está viva y sigue dándonos los mejores momentos del día a día. Nos toca disfrutarlos…

viernes, 21 de febrero de 2014

El regreso que estábamos esperando

Mucha gente está hablando del esperado regreso de Elefantes, y yo, aunque no quería repetirme, veo necesario reflejar aquí la expectación y emoción que siento ante la llegada de este acontecimiento que seguro marcará el 2014 a todos aquellos que amamos el rock en castellano.


Elefantes vuelven con un disco de título desconcertante (“El Rinoceronte”), pero la gran noticia es que vuelven con “nuevo disco” y no con un recopilatorio o simplemente con una “gira de reunión”. Según han dicho ellos mismos, vuelven para quedarse y por eso era necesario un disco que defender, que entronque con su corta pero más que fructífera carrera anterior y que nos proporcione algo nuevo, algo valiente con lo que sellar más todavía su lugar en el panorama del rock patrio.

“Escuchar al viento” es un buen tema de adelanto que todos sus seguidores valoramos positivamente. Creo que es muy acertado bajo mi punto de vista porque vuelve al “sonido elefantes” y deja a un lado los devaneos más “folkies” de Shuarma (en los que también ha habido grandes momentos, por supuesto), transmitiendo una sensación más oscura y contundente desde su primera escucha, lo que nos da pistas de que el sonido siempre arriesgado de la banda catalana está de vuelta. Sus versos son sencillos y directos: imágenes que se hacen nuestras al instante, como si ya hubieran formado parte de nosotros antes y Elefantes solo las reconocen y las sacan afuera. Con letras como las de “Escuchar al viento” nos dejan las puertas abiertas a nuevas sensaciones y experiencias y dejamos que nuestro cuerpo quede inundado por todo lo bueno y malo que nos rodea y nos permita así crecer y ser más nosotros mismos. Y es que creo que con estas canciones Elefantes son más como uno de nosotros, alguien cercano, aquel que reconoce y entiende nuestros sentimientos, nuestros momentos más duros, pero reales, y nuestras ganas de seguir adelante.

Con todas estas sensaciones brotando ante el regreso de Elefantes… ¿cómo no voy a estar deseando que llegue el 18 de marzo para “mojarme” con “El Rinoceronte”? y sobretodo, ¿cómo no voy a estar ansioso por vivir de nuevo la intensidad en directo de una banda tan cercana y honesta como hay pocas en este mundo de la música?

8 años seguro valen la pena para este esperadísimo regreso que dejará llenarnos del inmenso “azul”, sintiéndonos como pequeñas “nubes blancas” mecidas con vuestra particular “forma de mover las manos”.

Siempre pensé que no os marchabais del todo. Bienvenidos de nuevo.


lunes, 10 de febrero de 2014

Vivir es fácil con los ojos cerrados

Un año más llegaron los Goya. Y este año la mayor gloria se la lleva “Vivir es fácil con los ojos cerrados”. Una película que todavía no he visto pero que me hace especial ilusión que haya ganado debido a sus referencias musicales así como a tener un protagonista real dedicado a la enseñanza.

Pero como todos los años los Goya no son solo los premiados: son la polémica, las reivindicaciones, los discursos tediosos y los más acertados, los premios menores que recogen su minuto de gloria y todos olvidamos, los espantosos números musicales, las "batallitas" del Goya de Honor y la crítica hacia su presentador (que casi siempre tiene una presencia prescindible).

Este año estuvo claramente marcado por la ausencia de nuestro “anti-ministro” Wert, y es que no voy a volver a decir lo que todo el mundo ya ha expresado, pero sobran las palabras, es vergonzoso e indignante para todo el sector y Mariano Barroso lo supo expresar perfectamente al recoger su premio al mejor guión adaptado.

Tengo que reconocer que la gala de ayer me aburrió más que en ediciones anteriores. Igual era por el desconocimiento de las películas presentadas, pero me pareció ver una gala repetida, con grandes momentos, claro que sí, pero muchos otros que quedarán en el olvido inmediatamente. Me quedo con las buenas palabras de la actriz revelación Natalia de Molina, la emoción de Terele Pávez, el acertado reconocimiento por la gran carrera de Javier Cámara y las palabras de David Trueba, que me emocionaron por su franqueza y sencillez a partes iguales (esta mañana volvía a recordar al periodista Carlos del Amor que "los novelistas y los cineastas tenemos que reconciliarnos con la gente común... decirles: tú eres el grande, el héroe"). De nuevo Enrique González Macho estuvo más o menos acertado en su discurso y supo repartir bien las críticas, aunque debería cuidar más su lectura en público como máximo representante de la academia que es. Y como no, el gran momento de la noche fue el que protagonizaron Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes y compañía presentando los “Premios a las películas NO realizadas” (menos mal que hay quien ve la vida con un poco de humor, tan necesario siempre).

Una vez acabada la "Gran Gala del Cine Español" toca seguir disfrutando del cine y pensar que hay que seguir haciendo crítica, claro que sí, pero más que eso hay que mirar adelante, quitarnos los complejos y creernos de una vez que el cine español es también CINE en mayúsculas.